Cómo almacenar y manipular aceites y lubricantes de manera segura
El almacenamiento y la manipulación adecuados de los aceites y lubricantes son cruciales para garantizar la seguridad en talleres y centros de distribución. No solo se trata de mantener la calidad de estos productos, sino también de prevenir accidentes, ya que su manejo inadecuado puede acarrear riesgos para la salud, la seguridad o el medio ambiente.
En este artículo, vamos a explicarte la importancia de la conservación de los lubricantes y, también, te ofrecemos unas directrices prácticas para almacenarlos y manipularlos de manera segura.
La importancia de conservar y manejar los lubricantes con seguridad
Los lubricantes son esenciales para el buen funcionamiento de vehículos y maquinarias de todo tipo. Sin embargo, pueden representar ciertos riesgos, ya que se trata de productos que pueden ser inflamables, tóxicos o corrosivos. Por eso, te recomendamos que consultes su ficha de seguridad para tenerlos en cuenta.
Un lugar seguro para almacenar aceites y lubricantes
El lugar donde se almacenan los aceites o lubricantes debe ser seco, estar bien ventilado y tener una temperatura fresca y constante. La exposición al calor, la luz solar directa o la humedad puede degradar los productos, reduciendo o neutralizando su efectividad.
También te recordamos que estos productos deben conservarse en sus envases originales siempre que sea posible, ya que estos recipientes están diseñados para proteger el contenido de los contaminantes y la degradación.
En caso de que, por alguna razón, sea necesario transferir los aceites o lubricantes a otros contenedores, asegúrate de que estos sean adecuados y compatibles con el producto en cuestión. Además, deben estar etiquetados adecuadamente, indicando las fechas de recepción y ol tipo de lubricante que contienen.
Cómo manipular lubricantes con seguridad
Si en tu negocio o punto de distribución es necesaria la manipulación de lubricantes a granel, es fundamental que el personal encargado de esta tarea utilice el equipo de protección personal adecuado, tal y como se indica en la ficha de datos de seguridad (FDS); por ejemplo, guantes, gafas de seguridad o ropa protectora. De este modo, se evita el contacto directo con la piel y los ojos, evitando irritaciones o lesiones.
También tienes que inspeccionar previamente los contenedores que utilizarás, previniendo así fugas o daños en ellos. En esta misma línea, la prevención de derrames es clave. Para ello, has de usar bombas y equipos de transferencia diseñados para ello, así como colocar bandejas bajo los contenedores para impedir que un hipotético derrame vaya a más. Por último, asegúrate de que los recipientes estén bien sellados después de su uso.
En caso de que hayas sufrido un derrame de aceites o lubricantes, tendrás que limpiarlo inmediatamente utilizando los absorbentes adecuados y desechando los residuos según la normativa vigente.
Vigila el almacenamiento
Una vez hayas almacenado aceites o lubricantes, realiza inspecciones periódicas de orden y limpieza del área para identificar cualquier posible signo de daño en los contenedores, como fugas o acumulación de suciedad. Además, es recomendable mantener un registro de estas revisiones.
Por otro lado, te aconsejamos tener un sistema de rotación de inventario para asegurar que los lubricantes más antiguos se utilizan primero, evitando así que los lubricantes se degraden con el tiempo.
Formación del personal
Formar a tu personal en prácticas seguras de almacenamiento y manejo de lubricantes es siempre una gran inversión. Según el tipo de tareas que lleves a cabo en tu negocio, esto son algunas de las iniciativas que puedes llevar a cabo:
La seguridad en el almacenamiento y manejo de lubricantes no solo protege a los empleados y el medio ambiente, sino que también garantiza la calidad y efectividad de los productos en talleres o centros de distribución. Siguiendo estas directrices, minimizas el riesgo de accidentes y garantizas un entorno de trabajo seguro y productivo.