Lubricantes Repsol, comprometidos con la descarbonización

En la ruta hacia la descarbonización

La descarbonización del sector energético se ha vuelto una necesidad tanto para Repsol como para el entorno que habitamos. Por eso, nos hemos fijado el compromiso de convertirnos en una compañía cero emisiones netas para el año 2050. Una promesa que se extiende a todos los negocios de Repsol y que ya tiene sus frutos. 

 

Lubricantes y sostenibilidad

Desde nuestro negocio de aceites lubricantes, trabajamos a diario para cumplir con el compromiso global de Repsol y transformarnos en una compañía más sostenible. Es por eso que, a día de hoy, ya realizamos acciones que nos acercan a ese objetivo

  • Nuestra gama Master, neutra en carbono: esta nueva gama está compuesta por 11 productos de altas prestaciones tanto para vehículos ligeros como para vehículos híbridos. Gracias a su aditivación y a su baja viscosidad, permiten conseguir un mayor ahorro de combustible. 
  • Una nueva vida a los aceites usados: dentro del plan de economía circular de Repsol, transformamos aceites usados en nuevos productos con la misma calidad y propiedades que uno tradicional. Así, conseguimos ampliar nuestra cartera con productos que reducen la huella ambiental y refuerzan nuestro compromiso con el planeta. 
  • Tratamiento del aceite usado: asumimos la presidencia de SIGASUS (Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados), la entidad que se encarga de la recogida y posterior tratamiento del aceite usado, tanto de procedencia industrial como de vehículos.
  • Reciclaje de envases: participamos activamente en el Sistema Integrado de Gestión (SIG) de Ecoembes, encaminado a la recogida selectiva y recuperación de residuos de envases para su posterior tratamiento, reciclado o valorización. Le damos una nueva vida a los envases que usamos para almacenar nuestros lubricantes y fabricamos envases cada vez más sostenibles, reduciendo la cantidad de residuos que generan y facilitando su posterior reciclaje.

 

La meta es la descarbonización

La descarbonización de los combustibles que fabricamos hasta hoy, se ha vuelto una necesidad tanto para Repsol como para el entorno que habitamos. Por eso, respondiendo a la necesidad de evolucionar hacia un modelo de negocio compatible con el Acuerdo de París para alcanzar las emisiones netas cero en 2050, hemos desarrollado un Indicador de Intensidad de Carbono (IIC), en el que se expresan las emisiones de CO2 por cada unidad de energía que ponemos al servicio de la sociedad. 

Este indicador nos permite, además, definir objetivos de reducción, apoyar la toma de decisiones estratégicas y de inversión y realizar un seguimiento de su evolución.

 

Sin prisa, pero sin pausa

“La actualización de nuestros objetivos demuestra los sólidos avances que la compañía está alcanzando para ser neutra en carbono en 2050. La ambición, la tecnología y la ejecución de proyectos nos permiten incrementar la velocidad a la que llegaremos a este objetivo".

Josu Jon Imaz - Consejero Delegado de Repsol

 

Tomar acciones de impacto que impacten de verdad

En Repsol, además de conseguir cero emisiones neta en 2050, nos proponemos alcanzar objetivos cada vez más ambiciosos expuestos en nuestra hoja de ruta para acelerar la transición energética, como por ejemplo:

  • Reducir el 30 % de emisiones netas de alcance 1, 2 y 3 respecto a 2016 en 2030. 
  • Reducir el 55 % de emisiones, alcance 1 y 2 en activos operados respecto a 2016 en 2025.
  • 20 GW de capacidad de generación renovable como objetivo en 2030 y 6 GW en 2025.
  • 2 millones de toneladas de capacidad de producción de biocombustibles avanzados en 2030 y 1,3 millones de toneladas en 2025.
  • 1,9 GWeq de capacidad neta de hidrógeno renovable en 2030 y 0,55 GWeq en 2025.
  • Reducir en un 75 % la intensidad de carbono del E&P operado en toneladas de CO2/kboe en 2025 respecto a 2016.
  • 1,5 millones de toneladas de CO2 y de reducción de emisiones de GEI para el período 2021-2025.
  • Reducir en un 50 % la quema rutinaria en antorcha en activos operados respecto a 2018 en 2025 y minimización a 2030. 
  • Reducir en un 85 % la intensidad de emisiones de metano a 2025 con respecto a 2017, alcanzando un valor de 0,2% en activos operados.

 

Transformación industrial para avanzar hacia la descarbonización

Gracias al proceso de transformación que hemos iniciado en nuestras áreas de refino, convertiremos nuestras refinerías en hubs multienergéticos, capaces de tratar materias primas alternativas para generar combustibles y materiales de baja huella de carbono a corto plazo. Además, el hidrógeno renovable y el CO2 capturado en las propias refinerías servirán para fabricar combustibles sintéticos. Ambos productos de baja huella de carbono van a ser fundamentales para la movilidad del futuro.

La tecnología hará posible, por ejemplo, usar residuos urbanos, agrícolas, forestales o de la industria agroalimentaria para producir biocombustibles avanzados y con esto, seguir construyendo el entorno en el que todos queremos habitar.