Expertos al habla:
Conoce a Beatriz Domínguez, responsable del diseño y desarrollo de nuestros Lubricantes
Mi nombre es Beatriz Domínguez y soy ingeniera química. Trabajo en Repsol Technology Lab, en el área de diseño de producto. Llevo más de 15 años trabajando en el desarrollo de lubricantes para todo tipo de vehículos, y durante los últimos años tengo el orgullo de participar también en el desarrollo del lubricante que lleva nuestro equipo de MotoGP Repsol Honda.
¿Cómo fueron tus comienzos profesionales?
Los comienzos en una nueva área siempre son difíciles, porque empiezas con gente nueva y, sobre todo, nuevos conocimientos necesarios. En mi caso, desconocía por completo el mundo de los lubricantes, y, al final, acabé hablando su idioma.
¿Cómo has percibido el camino hasta llegar a tu actual puesto de responsabilidad liderando un área tan importante?
Sobre todo, ha requerido mucho esfuerzo, mucho trabajo, aprender de mis compañeros y estudiar. Estamos continuamente actualizando conocimientos y adquiriendo otros nuevos.
Creo que el trabajo en equipo también es muy importante. He tenido la suerte de tener unos compañeros excepcionales, que son quienes me han ayudado, y lo continúan haciendo, en mi carrera profesional.
¿A qué retos te has tenido que enfrentar para llegar hasta dónde estás?
Los retos han sido sobre todo técnicos, que son inherentes a nuestra carrera. Cuanto más conocimiento vas teniendo, vas haciendo cosas más complejas y de mayor impacto, que también requieren a veces un punto de creatividad. El mayor reto dentro de mi carrera profesional ha sido salir de la zona de confort, dejar de hacer cosas únicamente técnicas y dedicarme a la gestión de personas, alianzas y recursos.
¿Cómo valorarías tu experiencia profesional en el sector científico?
Si tuviera que definir mi experiencia con una palabra sería “sencillo”. Siempre he tenido vocación científica. Tuve la suerte de poder estudiar una carrera científica y dedicarme en mi vida profesional al área de investigación y desarrollo. Al final todo ha sido muy fácil.
¿Qué retos futuros se presentan en el mundo de los lubricantes? ¿Crees que serán necesarios más perfiles como el tuyo?
Desde que me incorporé a Repsol, el mundo del lubricante no ha parado de evolucionar y, por supuesto, continúa haciéndolo. Creo que el mayor reto que se presenta ahora en el sector es el de la descarbonización de la industria, y, con la ayuda de perfiles técnicos como el nuestro, estaremos perfectamente preparados para abordarlo
¿Qué papel jugarán la ciencia y la tecnología para conseguir la descarbonización de la industria de los lubricantes?
La descarbonización de un portafolio de productos tan extenso y diverso como es el de Lubricantes, con una casuística en cuanto a ciclo de vida tan variado, hace que, en los próximos años, el reto que tenemos las áreas técnicas, junto con otras áreas como Logística, Operaciones o Procesos, sea mayúsculo.
Tenemos que cambiar por completo la forma en que formulamos, fabricamos y comercializamos productos que llevan muchos años en el mercado, sin variar un ápice sus prestaciones, pero reduciendo su impacto ambiental y huella de carbono. Por ello, el papel de la ciencia y tecnología, apoyada en nuevas herramientas computacionales que nos ayuden a eficientar y acelerar el diseño de los productos, será clave en los próximos años para dar un giro de 360º a nuestros productos actuales.
¿Qué cambios has notado en el área científica desde que llegaste a Repsol?
Cuando comencé mi carrera profesional en Repsol todos mis compañeros científicos eran hombres, yo era la única mujer. Sin embargo, eso para mí no supuso ninguna dificultad, ni ninguna facilidad. Desde que llegué a Repsol, hasta ahora, se ha visto una evolución positiva en el número de mujeres dedicadas a este trabajo científico. Sobre todo, hay más mujeres en puestos de liderazgo gracias a su valía, conocimiento y aportación de valor a la compañía.
¿Qué le dirías a los jóvenes para despertarles la curiosidad por carreras profesionales como la tuya?
Hay una frase que siempre me ha gustado: “como no sabía que era imposible, lo hizo”. Les diría que no hay nada imposible, y que los límites son solo los que se pongan ellos mismos.