Conoce las diferencias entre lubricantes sintéticos y minerales
A la hora de conocer los lubricantes y elegir el más apropiado, conocer su origen y clasificación puede ser relevante para la toma de decisiones. Por un lado, los lubricantes se pueden clasificar según su estado. Entre ellos, se diferencian: líquido, para aceites lubricantes, que son la mayoría; semisólido, para lo que serían las grasas; o sólido como puede ser el grafito e incluso gas. Otra clasificación puede realizarse en función de su naturaleza, haciendo referencia al aceite base que lleva. En este aspecto, distinguimos aceites: sintéticos, semisintéticos y minerales.
Cuando el aceite base procede del refino convencional del petróleo, se denomina mineral. Cuando se obtiene mediante procesos más complejos (síntesis química u otros) el lubricante se considera sintético. Un lubricante semisintético sería la combinación de bases minerales y sintéticas.
¿Conviene usar aceite sintético en lugar de mineral? Las bases sintéticas van a tener mejor índice de viscosidad (variabilidad de la viscosidad con la temperatura), mejores propiedades en frío (posibilidad de arranque a baja temperatura), menor volatilidad (menor consumo) y mejor resistencia frente a la oxidación (menor degradación) con lo que, a priori, entre lubricantes que cumplan la misma calidad serán mejores los formulados con bases sintéticas.
A pesar de ello, para fabricar el lubricante, aparte de las bases lubricantes, se utilizan aditivos que van a determinar las propiedades finales del fluido. Según el segmento en el que nos encontremos (moto, vehículo ligero, vehículo pesado, industria, etc.) y la aplicación (motor, transmisiones, etc.) existirán unas normativas que serán recomendadas por los fabricantes del equipo y que recomendamos cumplir. Para conseguir cumplir esas normativas en algunas será necesario emplear bases sintéticas y para otras no. Además, es importante conocer las siguientes advertencias: