Álex Barros: "Todo lo que funciona en competición acaba llegando a la calle" 

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08 octubre 2024

Álex Barros, un nombre legendario en el motociclismo mundial, nos abre las puertas a su inspiradora trayectoria en esta entrevista. Desde sus primeros pasos a los 7 años hasta su consagración en las categorías nacionales, el piloto brasileño desafió las limitaciones de un deporte con poca tradición en su país. Su pasión temprana por las dos ruedas, heredada de su familia, lo impulsó a superar obstáculos para acabar alcanzando la élite y compitiendo en MotoGP

Barros no solo nos descubre las enseñanzas de su carrera deportiva, sino que también nos adentra en el mundo de la innovación tecnológica, explicando cómo la experiencia en las pistas se traduce en avances para las motos que circulan cada día por las calles. Así, su colaboración con Repsol le ha permitido profundizar en el desarrollo de los lubricantes y otros productos, aportando su experiencia como piloto y su pasión por la mecánica.  

Comenzaste a competir cuando solo tenías 7 años. ¿De dónde surgió esta pasión temprana por las motos?

Mi familia tiene antecedentes en el ciclismo, tanto mi padre como mi abuelo. A los 3 años, me regalaron una pequeña moto Italjet y comencé a frecuentar circuitos cerrados, lo cual me encantaba. Tuvimos la oportunidad de conocer a un fabricante de ciclomotores con una amplia gama de modelos. Estaban buscando a un joven para competir con sus motos de baja cilindrada. Mi padre propuso que yo hiciera una prueba y así comenzó mi carrera deportiva en 1978. 

¿Cuáles fueron los principales desafíos que tuviste que enfrentar?

Brasil nunca ha tenido una gran tradición en motociclismo. Todo nos llegaba a través de revistas importadas que solo se vendían en un quiosco en todo Sao Paulo. Tampoco había nada en la televisión. Fui avanzando de categoría en categoría: desde ciclomotores hasta 250cc, que es la máxima categoría en Brasil. Gané campeonatos en cada categoría hasta llegar a la cima a los 14 o 15 años. 

¿Hay algún momento de tu carrera que destacarías?

Hay momentos buenos y malos, pero es en la adversidad donde más aprendes. Siempre quieres vivir los momentos bonitos, pero no existe solo eso. Para conseguirlo, debes superar desafíos de dudas, físicos, psicológicos... Son cosas que te hacen madurar, te fortalecen y te completan como deportista y persona. 

 

El motociclismo ha evolucionado a lo largo de los años. ¿Cómo has vivido los cambios tecnológicos en la competición? ¿Cómo han afectado al pilotaje?

Muchas cosas han cambiado desde mi retiro. En mi época no existía la aerodinámica, y la electrónica la experimenté al final, de 2005 a 2007. Viví más la parte mecánica que la tecnológica. Todo esto afecta mucho al pilotaje. En mi época, lo que más afectaba eran los neumáticos. Había una gran variedad, con mucha competencia entre marcas.  

Cada piloto salía con neumáticos diferentes según la moto y su forma de conducir. Eso cambiaba mucho el resultado de la carrera y era lo que marcaba la diferencia, mientras que ahora es la aerodinámica y la electrónica. Los neumáticos son iguales para todos y no hay tantas opciones. El 90% de la parrilla sale hoy prácticamente con la misma configuración de neumáticos. 

El motociclismo es también un escenario ideal para el desarrollo y prueba de nuevos productos. Desde tu experiencia en las pistas, ¿puedes explicar cómo los datos obtenidos en las competiciones se utilizan para mejorar los lubricantes?

Es extremadamente importante, porque probamos muchas cosas en laboratorio: neumáticos, electrónica, chasis, motor, aerodinámica... Todo eso se aplica para la moto de calle más adelante, después de pasar por categorías inferiores.  

El mayor problema es hacer que estos avances sean accesibles al público debido a su coste. Cuando probamos por primera vez la suspensión electrónica trasera en 1992, tardó entre 5 y 8 años en llegar a la calle porque era muy costosa. Todo lo que se utiliza en MotoGP y funciona acaba llegando a las motos de calle.  

Si te hacemos la misma pregunta, pero al revés: ¿cómo influyen las mejoras o innovaciones en lubricantes en el rendimiento en pista?

Los lubricantes son un buen ejemplo. La idea del aceite es mejorar la fricción y la temperatura, para que haya menos desgaste de material y no se caliente tanto, manteniendo mejor las propiedades cuando el motor está bajo estrés. En 2005, mejoramos tanto el aceite que ganamos 3 caballos de potencia. Es poco en una moto, pero no se supone que sea la función principal del aceite, así que fue una sorpresa para nosotros. 

En cuanto a los frenos, es esencial mantener una temperatura constante, porque esta sube y baja constantemente, afectando mucho al rendimiento durante la carrera. Los lubricantes de cadenas son esenciales aquí, porque son cadenas mucho más ligeras que las de calle. 

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Repsol siempre ha tenido un compromiso con la innovación en el mundo del motor. ¿Cómo valoras el trabajo de la compañía en el desarrollo de productos para motos?

Repsol es una de las pocas compañías que ha trabajado tanto tiempo con una fábrica, Honda, en HRC. Es la mayor estructura de desarrollo de motos que existe comparada con las otras marcas. Por eso, Repsol es una marca extremadamente premium, con un gran conocimiento tecnológico. Muy pocas empresas en el mundo tienen ese nivel de experiencia en motos. Eso se refleja totalmente en los productos que llegan a la calle, tanto semisintéticos como sintéticos. Se nota la diferencia. 

La transición de ser un piloto de élite a una vida fuera de las pistas no siempre es fácil. ¿Cómo fue para ti este proceso y cómo te involucraste en otros proyectos relacionados con el motociclismo y la tecnología?

Dejé MotoGP en 2007. Desde entonces, he creado cursos de motociclismo para público con diferentes niveles: conducción defensiva, conducción deportiva, viajes en grupo como la gente de custom y big trail... Luego me involucré en mi propio equipo para desarrollar jóvenes pilotos y motos en Brasil. También en la parte de innovación, que siempre me ha gustado mucho, especialmente neumáticos y frenos, y ahora con Repsol en lubricantes. Siempre he sido un piloto más técnico. En mi carrera, he aprendido mucho a desarrollar todo tipo de productos, con pruebas para fábricas en pistas cerradas o túneles de viento.  

¿Qué te motivó a unirte a Repsol después de tu carrera como piloto? 

Cuando hace 4 años pude empezar a trabajar con la empresa, fue un orgullo, porque siempre han estado involucrados en el mundo de las motos. Es una marca de mucho valor y muy respetada. He pasado por HRC, he tenido Repsol como patrocinador y he desarrollado productos con ellos, así que me siento muy identificado con el proyecto. Conocer el esfuerzo que se pone para que tengas el mejor producto y cómo eso afecta a tu resultado final es algo muy importante.

Además, traer todo el conocimiento que tengo y ser parte de la marca para ayudar a popularizarla en Brasil es un objetivo que me motiva. Tenemos los productos de máxima calidad, pero ahora tenemos que darnos a conocer y hacer ver la diferencia de cómo nuestros lubricantes afectan en seguridad, suspensión, rendimiento del motor, durabilidad, garantías... Es el trabajo que estamos haciendo ahora.

Finalmente, ¿qué consejo le darías a los jóvenes pilotos que buscan seguir tus pasos en el motociclismo de competición?

El mejor consejo que puedo dar a un joven que quiere empezar en competición, sea en motos u otra actividad, es que sea perseverante, que tenga conciencia de que no es fácil, que acepte el proceso y disfrute de él. Muchas veces nos quejamos del proceso, por dolores o resultados, pero hay que ser insistente. No permitas que nadie te diga lo contrario si tú crees en ti mismo, ni siquiera tus padres. Trabaja duro cada día, sé disciplinado. Hay días que no estás animado, estás cansado, pero tienes que continuar siendo constante y disciplinado. Si te fijas esas metas, el resultado que buscas llegará a tu puerta.