La importancia del líquido refrigerante

Líquido refrigerante motor

La importancia del líquido refrigerante

Uno de los factores fundamentales para el mantenimiento de cualquier motor es el control de la temperatura y para ello es imprescindible el líquido refrigerante.  Cualquier motor se calienta y eso puede suponer un daño irreparable en las piezas que componen el motor del coche. Es cierto que el ventilador y el termostato tienen un papel fundamental en su refrigeración, pero no son los únicos que garantizan la seguridad y optimización de la temperatura de maquinaria del motor. 

Es muy importante, contemplar todos los rasgos fundamentales de los líquidos refrigerantes antes de plantearse qué solución u opción es la más adecuada para el motor, por ejemplo, en muchas ocasiones se utiliza erróneamente agua como alternativa al líquido refrigerante y esto puede suponer óxidos y desgaste de la maquinaria, además el agua se congela a los 0 ºC y hierve a los 100 ºC. Es por ello que los refrigerantes están compuestos también por glicol, que hace aumentar el punto de ebullición y disminuir el punto de congelación. Adicionalmente a la mezcla glicol/agua se le añaden paquetes de aditivos para evitar la corrosión de las partes metálicas.

 

Sobre los fluidos refrigerantes

Antes de plantear las distintas cuestiones que giran en torno a los fluidos refrigerantes, es necesario comprender en qué consisten y qué papel desempeñan dentro del motor. 

El fluido refrigerante es, en esencia, un compuesto que tiene la capacidad de regular la temperatura. Esto sirve para que el motor siempre trabaje a una temperatura más estable y que el motor no se sobrecaliente dependiendo de los factores externos e internos del coche.  

Por otro lado, estos fluidos tienen aditivos que los dotan de propiedades adicionales que garantizan una mayor protección de las piezas del motor, como anticorrosión.

 

Cambios y mantenimiento del líquido refrigerante

El problema es que, con el uso, el líquido refrigerante se va consumiendo y sus propiedades se van perdiendo, por lo que la protección del motor disminuye. Esta situación implica dos cosas: controlar el nivel del líquido y cambiarlo cada cierto tiempo.  

  • A la hora de cambiarlo, siempre se recomienda leer el manual de mantenimiento del vehículo. Por último, también hay que tener en cuenta que la durabilidad depende también del tipo de líquido refrigerante que se utilice (orgánico o inorgánico).

¿Cómo cambiarlo?

A la hora de cambiar el líquido refrigerante hay que tener en cuenta lo siguiente: 

  1. No es recomendable mezclar dos o más líquidos refrigerantes para el coche, eso puede afectar negativamente al vehículo
  2. Siempre debe cambiarse cuando el motor del coche está frío
  3. Antes de cambiarlo, hay que quitar por completo el líquido antiguo

Es muy importante destacar que, en caso de quedarse sin líquido refrigerante hay que detener el vehículo inmediatamente para reponerlo o avisar a la grúa para que lo recojan. Supone un gran riesgo hacer funcionar el motor sin liquido refrigerante dado que supone forzar al vehículo y podría producirse una avería.

 

Tipos de refrigerantes

Existen diferentes tecnologías en función del tipo de aditivavión empleada: orgánicos (OAT), inorgánicos y combinaciones de ambas (híbridos).  

El orgánico es un líquido que no posee inhibidores minerales (silicatos, boratos, fosfatos...) . El inorgánico, por su parte, sí que los posee. Esto quiere decir, que el orgánico tiene facultades que aumentan la durabilidad del líquido.  En vez de utilizar inhibidores minerales en su elaboración, tiene una serie de aditivos de protección que lo hacen más duradero y versátil. 

A pesar de que haya una clara diferencia entre uno y otro, siempre se debe consultar antes en el manual del vehículo donde indica específicamente que tipo de líquido refrigerante se necesita. 

Es importante también, tener en cuenta el contexto-entorno en el que se encuentra el coche. Generalmente la base principal de los líquidos refrigerantes es una mezcla de aguay y etilenglicol, un compuesto que permite, la adaptación a las  distintas temperaturas. Por lo que, dependiendo de la temperatura del territorio donde se encuentre el coche y las condiciones de uso (aparcar en zonas interiores o exteriores), será necesario ajustar la cantidad. 

 

Gama Guard

En Repsol, se contemplan todas las variables que afectan a los motores, por ello, ofrece la nueva gama Guard con productos de última generación diseñados para cada necesidad y situación. Ofrecen la máxima protección frente a la corrosión de todos los metales que forman parte de los circuitos de refrigeración.