Los líquidos de frenos: esto es lo que debes saber

Los sistemas de frenos de un vehículo son elementos cruciales para garantizar la seguridad en la carretera. Sin embargo, detrás de su funcionamiento y durabilidad hay un componente clave que a menudo pasa desapercibido: los líquidos de frenos. 

En este artículo, exploraremos el papel fundamental que desempeñan los líquidos de frenos en la protección y mantenimiento de los sistemas de frenos, así como sus principales características.  

¿Por qué son importantes los líquidos de frenos en el sistema de frenado?

El líquido de frenos funciona como un fluido hidráulico. En este caso, se encarga de transmitir la fuerza que se ejerce sobre el pedal del freno a las pastillas de freno, generando la fricción necesaria para detener el vehículo.

Por eso, los líquidos de frenos son fundamentales para la seguridad del vehículo y desempeñan múltiples funciones dentro de los sistemas de frenado, formado por una intrincada red de componentes que trabajan en conjunto para detener el movimiento de manera segura y eficiente. Entre estas piezas, se encuentran los pistones, los rotores, las pinzas o los sistemas hidráulicos.

Para que todo funcione correctamente y se prolongue la vida útil del sistema de frenos, es importante tanto su mantenimiento como una formulación adecuada del producto. Por eso, estos fluidos deben formularse con las siguientes características:  

• Ser incompresibles: para una transmisión eficiente de la presión desde el píe a los frenos de las ruedas.
• Tener un alto punto de ebullición: para evitar que el fluido entre en ebullición con el calor producido en la frenada.
• Ser compatibles con materiales que componen el sistema de frenado, como plásticos, gomas o metales, entre otros.
• Tener un punto de congelación bajo que permita que el fluido siga siendo líquido a bajas temperaturas.

Tipos de líquidos de frenos 

Existen varios tipos de líquidos de frenos en el mercado para satisfacer las necesidades de los diferentes vehículos: fluidos basados en siliconas, fluidos de aceite mineral y los basados en glicol-ester, los más extendidos. Estos últimos son translúcidos, muy higroscópicos, tienen buena lubricidad y una alta estabilidad química y térmica, pero muy baja tolerancia a la contaminación por agua.

Además, según sus características, los líquidos de frenos pueden clasificarse de distintas formas, aunque lo más habitual es seguir la norma del Departamento de Transporte de Estados Unidos, que los identifica como DOT 3, DOT 4 y DOT 5.1, siendo este último el que mejores propiedades presenta.

Para cerrar este artículo, un último consejo: recuerda siempre utilizar productos de calidad y cambiar el fluido con la frecuencia recomendada por el fabricante. En España los líquidos de frenos tienen que estar aprobados por el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) y dichas aprobaciones deben figurar en la etiqueta de los productos. 

En Repsol Lubricantes tenemos un catálogo completo de líquidos de frenos para tu vehículo, así que te dejamos este enlace para que eches un vistazo y encuentres el que más se adecue a tus necesidades. ¡Hasta pronto!