Juan Carlos Calatrava, gerente de la planta de Puertollano: “Tenemos que adaptarnos a los continuos cambios”

Juan Carlos Calatrava, gerente de la planta de Puertollano

Juan Carlos Calatrava, gerente de la planta de Puertollano

24 junio 2025

Con casi dos décadas de experiencia en Repsol, Juan Carlos Calatrava ha evolucionado junto a la planta de Repsol en Puertollano (Ciudad Real). Desde esta instalación, que abastece a más de 70 países, lidera un equipo de más de cien personas en un momento crucial para la industria: la transición energética y la digitalización. En esta entrevista, el gerente detalla los retos, las oportunidades y las estrategias que marcarán el futuro del negocio global de los lubricantes. 

¿Cómo ha sido tu trayectoria profesional hasta llegar a ser gerente de la planta de Repsol en Puertollano? ¿Qué es lo que más te atrajo de la oportunidad de dirigir esta planta?

Comencé hace ya casi 20 años en Repsol, pasando por distintas áreas y desarrollando mi carrera profesional principalmente dentro de la fábrica de lubricantes de Puertollano. Hace algo menos de dos años, cuando era jefe del área de producción de la fábrica, tuve la oportunidad de seguir desarrollándome y ocupar la posición de gerente. No podía dejar escapar esta gran oportunidad, que me permite tener una visión más estratégica de la producción y el reto de liderar un gran equipo con alrededor de más de cien personas trabajando diariamente en la fábrica. 

¿Cuáles son tus principales responsabilidades como gerente?  

Mi principal responsabilidad y la de todos y cada uno de nosotros es la seguridad; es decir, que las personas e instalaciones estén y se operen de manera segura, poniendo foco en la anticipación y la prevención de accidentes graves. A partir de ello se puede construir todo lo demás.  

Además de estar muy pendiente de las “luces cortas” (es decir, toda la operativa del día a día: fabricar producto de alta calidad, garantizar el nivel de servicio al cliente interno y externo, cumplimiento de objetivos y presupuestos, etc.), creo que en mi posición es fundamental emplear las “luces largas”. De esta forma, nos aseguramos de que se sigue el camino adecuado (alineado con la estrategia de la compañía) y podemos anticiparnos a cualquier situación, mejorando la productividad y eficiencia, que son la garantía de futuro; sobre todo ahora, que nos encontramos en pleno proceso de transformación. Para todo ello, cuento con un equipo excepcional, tanto en lo técnico como en lo personal.  

¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo? ¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje?

A pesar de que voy a cumplir ya dos años en la posición de gerente, el aprendizaje es continuo. Cada día surgen retos nuevos que hacen que siempre tengas que estar alerta.  He tenido la oportunidad de trabajar con muchas personas diferentes, tanto jefes como colaboradores de los que siempre he podido aprender cosas interesantes. No quiero destacar, al menos aquí, a ninguno de ellos, pero si puedo asegurar que he aprendido de todos y sigo haciéndolo día a día. 

¿Qué habilidades o aspectos de tu formación y experiencia consideras esenciales para para desempeñar tu rol actual? 

Hoy en día, más allá de los conocimientos técnicos, financieros o la capacidad de resolver los problemas operativos, que se pueden conseguir a través de la formación o de la experiencia, considero que son fundamentales las “habilidades blandas”, que nos permitan construir las relaciones necesarias para conseguir el éxito, no solo en lo profesional sino también en lo personal. En este sentido, fue de gran ayuda la formación que me proporcionó Repsol para la Gestión y dirección de la producción hace algunos años, cuya actualización estoy realizando en estos momentos. 

¿Qué papel juega la planta de Puertollano para el negocio de lubricantes de Repsol? ¿Qué características diferencian a esta planta de otras instalaciones similares?

La planta Puertollano es muy importante para el negocio de lubricantes. De hecho, es la única situada en España, aunque contamos con otras repartidas por todo el mundo (México, Indonesia, Singapur y la reciente incorporación de Filipinas). Desde Puertollano, fabricamos y envasamos todo el lubricante para el mercado nacional, así como para otros más de 70 países. Destacaría, entre otras muchas características, el conocimiento de la operación, fruto de las décadas de experiencia y el nivel de automatización y flexibilidad de la planta. 

¿Cuáles son los principales retos y oportunidades que enfrenta esta instalación en los próximos años?  

El principal reto, en el que ya nos encontramos, tanto la fábrica como toda la compañía, es el de la transformación y la digitalización. La fábrica tiene que dar un salto más para optimizar los recursos de los que disponemos y conseguir los niveles de servicio exigidos. El aumento de la productividad es fundamental para conseguir adecuar la operación a la necesidad de fabricación de lotes cada vez más reducidos para nuestra amplia gama de productos. Para todo ello, ya hay varios proyectos en curso (sistema de control, secuenciación) y otras propuestas muy interesantes que ya incorporarían tecnologías como la inteligencia artificial.  

¿Qué papel juega la innovación en las operaciones?

La innovación desempeña un papel crucial en las operaciones de cualquier organización, y aún más en una compañía como Repsol. Nuestra fábrica no puede quedar atrás en un entorno en continuo cambio, porque la innovación permite realizar las operaciones de forma más segura y eficiente, factores críticos dentro de un negocio tan competitivo como el de los lubricantes. 

¿Cómo se adapta la planta a los cambios en materia de transición energética? 

En primer lugar, ha sido necesario formar y concienciar a todas las personas en nuestro objetivo de cero emisiones netas en 2050. Así cada uno desde su posición puede aportar su granito de arena para alcanzar esta meta común, aplicando mejores prácticas o generando propuestas. A partir de ahí, haciendo las operaciones más eficientes y apoyándonos en determinadas inversiones, como la instalación fotovoltaica de la que ya disponemos, la fábrica está consiguiendo los hitos marcados para contribuir a esta transición tan importante y necesaria. 

¿Cómo ves el futuro de la industria de los lubricantes y el papel de Repsol en ese proceso?

El futuro de la industria de los lubricantes está marcado por la innovación y la sostenibilidad. Se trata de un mercado muy competitivo que tiende cada vez a productos más específicos, lo que aumenta la complejidad de nuestra operación. Repsol siempre se anticipa para trazar la estrategia y los planes necesarios.