La estanqueidad de los lubricantes: qué es y por qué es importante
Cuando pensamos en el aceite de motor, lo primero que nos viene a la mente es su capacidad para lubricar las piezas móviles y reducir el desgaste. Sin embargo, este fluido esencial tiene otra función menos conocida pero igual de relevante: garantizar la estanqueidad, un aspecto esencial para el buen funcionamiento de cualquier sistema mecánico.
Por eso, en este artículo vamos a explicar qué es la estanqueidad, por qué es importante y cómo los lubricantes adecuados pueden marcar la diferencia en la vida útil y la eficiencia de los equipos.
La estanqueidad se refiere a la capacidad de un sistema para evitar fugas o la entrada de partículas externas, como aire, agua o polvo. En el caso del motor, esta propiedad es vital para sellar correctamente la cámara de combustión, donde la mezcla de aire y combustible se quema para generar energía. Si la cámara no está completamente sellada, parte de esa energía puede escaparse, reduciendo la potencia del motor y aumentando el consumo de combustible.
Aquí es donde entra en juego el aceite de motor, actuando como un aliado que asegura que cada gota de energía sea aprovechada al máximo. Esto se debe a que el lubricante crea una película protectora que rellena los pequeños huecos entre el pistón y el cilindro. De esta forma, se evita el contacto directo entre metales y se sella la cámara de combustión, impidiendo que los gases generados durante la explosión se escapen.
La importancia del aceite en la estanqueidad es palpable en el rendimiento diario del vehículo o la maquinaria por distintos motivos:
También hay que tener en cuenta que un aspecto clave para la estanqueidad es la viscosidad del lubricante. Este parámetro, que se mide según la norma SAE, determina el grosor de la película de aceite y su capacidad para adaptarse a las necesidades específicas de cada motor.
En otras palabras, el grado de viscosidad influye directamente en la capacidad del aceite para sellar la cámara de combustión. Por ejemplo, los motores más antiguos o con mayor desgaste suelen tener holguras más grandes, por lo que necesitan un grado SAE mayor que los más modernos o menos usados.
Por este motivo, utilizar un aceite con una viscosidad incorrecta puede tener consecuencias negativas. Si es demasiado bajo, la película será insuficiente para sellar correctamente, pero si es demasiado alto, el aceite podría no lubricar de manera adecuada y aumentar el desgaste y el consumo de combustible.
Si contar con un lubricante de calidad es fundamental, también hay otras medidas que puedes tomar para garantizar la estanqueidad de tus equipos:
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