La estanqueidad de los lubricantes: qué es y por qué es importante

Estanqueidad Lubricantes
10 julio 2025

Cuando pensamos en el aceite de motor, lo primero que nos viene a la mente es su capacidad para lubricar las piezas móviles y reducir el desgaste. Sin embargo, este fluido esencial tiene otra función menos conocida pero igual de relevante: garantizar la estanqueidad, un aspecto esencial para el buen funcionamiento de cualquier sistema mecánico. 

Por eso, en este artículo vamos a explicar qué es la estanqueidad, por qué es importante y cómo los lubricantes adecuados pueden marcar la diferencia en la vida útil y la eficiencia de los equipos. 

¿Qué es la estanqueidad?

La estanqueidad se refiere a la capacidad de un sistema para evitar fugas o la entrada de partículas externas, como aire, agua o polvo. En el caso del motor, esta propiedad es vital para sellar correctamente la cámara de combustión, donde la mezcla de aire y combustible se quema para generar energía. Si la cámara no está completamente sellada, parte de esa energía puede escaparse, reduciendo la potencia del motor y aumentando el consumo de combustible. 

Aquí es donde entra en juego el aceite de motor, actuando como un aliado que asegura que cada gota de energía sea aprovechada al máximo. Esto se debe a que el lubricante crea una película protectora que rellena los pequeños huecos entre el pistón y el cilindro. De esta forma, se evita el contacto directo entre metales y se sella la cámara de combustión, impidiendo que los gases generados durante la explosión se escapen. 

¿Por qué es tan importante la estanqueidad?

La importancia del aceite en la estanqueidad es palpable en el rendimiento diario del vehículo o la maquinaria por distintos motivos:

  • Evita fugas y pérdidas económicas. Las fugas de lubricante no solo representan un gasto económico por la pérdida del producto, sino que también pueden provocar averías y tiempos de inactividad en los equipos. 
  • Protege contra contaminantes externos. La entrada de elementos como polvo, humedad o partículas metálicas puede degradar rápidamente el lubricante, reduciendo su capacidad para proteger los componentes internos. Esto acelera el desgaste y aumenta el riesgo de corrosión o fallos mecánicos.
  • Mantiene la eficiencia del sistema. Un sistema bien sellado asegura que el lubricante fluya de manera uniforme y constante, garantizando una lubricación adecuada en todas las partes móviles. Esto se traduce en un menor consumo energético y un mejor rendimiento general. 

La viscosidad: clave para la estanqueidad

También hay que tener en cuenta que un aspecto clave para la estanqueidad es la viscosidad del lubricante. Este parámetro, que se mide según la norma SAE, determina el grosor de la película de aceite y su capacidad para adaptarse a las necesidades específicas de cada motor. 

En otras palabras, el grado de viscosidad influye directamente en la capacidad del aceite para sellar la cámara de combustión. Por ejemplo, los motores más antiguos o con mayor desgaste suelen tener holguras más grandes, por lo que necesitan un grado SAE mayor que los más modernos o menos usados.

Por este motivo, utilizar un aceite con una viscosidad incorrecta puede tener consecuencias negativas. Si es demasiado bajo, la película será insuficiente para sellar correctamente, pero si es demasiado alto, el aceite podría no lubricar de manera adecuada y aumentar el desgaste y el consumo de combustible.

Consejos prácticos para el mantenimiento de tus sistemas

Si contar con un lubricante de calidad es fundamental, también hay otras medidas que puedes tomar para garantizar la estanqueidad de tus equipos:

  • Realiza inspecciones periódicas. Revisa regularmente el estado de los sellos, juntas y conexiones para detectar posibles desgastes o daños.
  • Elige el lubricante adecuado. Asegúrate de utilizar un producto compatible con las especificaciones técnicas y las condiciones de operación.
  • Controla el nivel de lubricante. Mantén el nivel adecuado para evitar sobrepresiones o vacíos que puedan comprometer los sellos.
  • Sigue las recomendaciones del fabricante. Tanto en el diseño del sistema como en el uso de lubricantes, las indicaciones del fabricante son clave para garantizar un funcionamiento óptimo.

En Repsol Lubricantes desarrollamos productos para cumplir con los requisitos más exigentes en términos de rendimiento y protección, asegurando que cada kilómetro recorrido sea tan eficiente como el primero. Si tienes dudas sobre qué lubricante es el más adecuado para tus necesidades, puedes rellenar este formulario y nuestro equipo técnico estará encantado de ayudarte.