Lubricante sintético mPAO para motores de tracción en minería
Repsol Lubricantes ha desarrollado una fórmula candidata de lubricante sintético basada en mPAO (polialfaolefinas metalocénicas) específicamente desarrollada para motores de tracción en minería. La solución, concebida en el TechLab de Móstoles y alineada con los principales estándares internacionales y requerimientos de fabricantes, entra en su fase de validación con vistas a pruebas de campo en flotas mineras.
“Tenemos un producto preparado para salir a cubrir la prueba de campo que nos lleve a un proceso exitoso”, ha afirmado Ibán Báscones, product manager de lubricantes industriales en Repsol Lubricantes, en PERUMIN, la feria más importante del sector en América Latina.
Los motores de tracción en camiones y equipos mineros operan en condiciones extremas: cargas elevadas, ambientes polvorientos, ciclos frecuentes de arranque-parada y gradientes térmicos pronunciados. En este contexto, el lubricante industrial para minería no solo tiene que reducir la fricción, sino que también refrigera, protege los componentes internos y contribuye a la eficiencia del conjunto.
“Los motores de tracción en el sector minero son equipos sometidos a fuertes requerimientos técnicos, para los cuales los aceites sintéticos juegan un papel fundamental”, explica Báscones. Entre las ventajas clave frente a tecnologías minerales tradicionales, destacan periodos de cambio más largos, mayor compatibilidad con materiales, mejor cuidado de engranajes internos y menor fricción.
Las PAOs metalocénicas (mPAO) son polialfaolefinas sintéticas que se fabrican utilizando catalizadores metalocénicos hechos a partir de la polimerización de monómeros como el etileno, además de hidrogenación y refinamiento. De esta forma, aportan una estructura molecular más uniforme y una mejor lubricación que las PAO convencionales. Esto se traduce en un índice de viscosidad muy elevado, excelente estabilidad térmica y al cizallamiento, mejor fluidez a baja temperatura, mayor durabilidad y amplia compatibilidad con metales y sellos.
“Las bases mPAO metalocénicas van a jugar un papel importante en la hibridación y en la electrificación del sector minero, dadas sus altas prestaciones y como parte fundamental en la lubricación de estos motores de tracción”, subraya Báscones. Además, al extender la vida útil del lubricante, se reducen los residuos de aceite usado, reforzando la sostenibilidad de las operaciones.
El desarrollo del nuevo lubricante mPAO se ha llevado a cabo en el TechLab de Repsol en Móstoles (Madrid), donde más de 200 profesionales realizan ensayos y validaciones alineadas con normativa internacional y los requerimientos de los fabricantes de equipos. “De esta manera, nos aseguramos de que los productos, una vez vamos a la fase de prueba de campo, van a cumplir con todos estos requisitos”, destaca Báscones.
Antes de su despliegue en campo, la fórmula candidata ha sido rigurosamente contrastada con especificaciones de la norma GE D50E35 para motores de tracción, así como con los requisitos de Wabtec y Komatsu. La validación contempla pruebas de desempeño en laboratorio y un plan de seguimiento que incluye muestreo y análisis periódico del aceite para monitorizar viscosidad y partículas, entre otros aspectos.
Con la etapa de desarrollo de la fórmula candidata completada, Repsol Lubricantes avanza hacia la prueba de campo en motores de tracción. Este piloto, realizado en colaboración con operaciones mineras y fabricantes, permitirá confirmar en condiciones reales los beneficios de la tecnología mPAO y completar el proceso de aprobación con los distintos organismos y fabricantes.
La correcta selección del lubricante en minería incide directamente en la disponibilidad de los equipos, el coste total de operación y la seguridad del proceso. Así, un menor coeficiente de fricción reduce el consumo energético y la temperatura de operación, mientras que una mayor estabilidad a la oxidación y al cizallamiento sostiene la protección bajo cargas variables; y los intervalos de cambio extendidos reducen paradas y residuos de aceite usado.
“La correcta selección de lubricantes y grasas en el sector minero es básica para evitar averías. Además, el seguimiento del aceite en servicio es muy importante, ya que nos permite ver cuál es la vida útil del lubricante e incluso predecir potenciales averías”, concluye Báscones.
Si estás valorando distintas soluciones de lubricación para instalaciones mineras, el equipo técnico de Repsol Lubricantes puede acompañarle en la selección, el plan de monitoreo en servicio y la preparación de pruebas de campo. Solo tienes que rellenar este formulario y estaremos encantados de ofrecerte el asesoramiento que necesitas.