Ruidos en el motor: cómo identificar problemas de lubricación
En Repsol Lubricantes, sabemos que tu vehículo es más que un medio de transporte: es una inversión, una herramienta de trabajo y, a menudo, una extensión de ti mismo. Por eso, entender sus señales es crucial para mantenerlo en óptimas condiciones y prolongar su vida útil. Hoy, nos centraremos en un aspecto fundamental que a menudo pasamos por alto: los ruidos del motor.
Sí, tu motor te habla. Y si aprendes a escuchar, puede advertirte sobre problemas antes de que se conviertan en averías costosas. En particular, ciertos sonidos son un claro indicio de que algo no va bien con la lubricación, el alma de tu motor.
Imagina las miles de piezas metálicas que se mueven a gran velocidad dentro de tu motor: pistones, bielas, cigüeñal, árboles de levas... Sin una lubricación adecuada, la fricción entre estas piezas sería inmensa, generando calor excesivo, desgaste prematuro y, en última instancia, una avería catastrófica. Además, el lubricante también cumple otras funciones, como ayudar a disipar el calor, limpiar el motor y protegerlo contra la corrosión.
Cuando la lubricación falla, ya sea por un nivel bajo de aceite, un aceite degradado o el uso de un lubricante inadecuado, las piezas comienzan a rozar entre sí de forma anormal. Y es ahí donde aparecen los ruidos.
Presta atención a estos sonidos. Si los detectas, es hora de revisar la lubricación de tu motor:
Este sonido, a menudo descrito como un golpeteo seco y rítmico, puede ser un signo de taqués hidráulicos descargados o desgastados. Los taqués necesitan aceite para funcionar correctamente y mantener el juego de válvulas. Si no reciben suficiente lubricación o el aceite es demasiado viscoso en frío, pueden sonar. También podría indicar un desgaste en los cojinetes de biela o cigüeñal si el sonido es más profundo y constante, lo cual es una señal de alerta grave.
La causa puede estar en una falta de presión del aceite, un nivel bajo, la degradación del producto (que hace que no llegue a todas partes) o una viscosidad incorrecta para las condiciones de operación.
Aunque a menudo se asocia con correas, un chirrido proveniente del motor (no de la correa de accesorios) podría indicar problemas en componentes como el alternador, la bomba de agua o el compresor del aire acondicionado, cuyos rodamientos podrían estar fallando. Esto puede ocurrir por el desgaste de rodamientos internos o la falta de lubricación en los componentes auxiliares del motor.
Un traqueteo más generalizado, como si algo estuviera suelto dentro del motor, puede ser un indicio de desgaste excesivo en la cadena de distribución o sus tensores.
Aquí cabe recordar que estos componentes necesitan una lubricación constante para funcionar suavemente, por lo que el causante puede ser un nivel de aceite bajo, aceite con baja presión o la pérdida de propiedades, que hace que no proteja adecuadamente la cadena y sus guías.
Un zumbido puede tener múltiples causas. En cambio, un zumbido metálico que parece provenir del interior del motor y que se intensifica con las revoluciones podría estar señalando problemas en los rodamientos del cigüeñal o del árbol de levas.
De nuevo, estos rodamientos dependen totalmente de una película de aceite constante. Por este motivo, la razón por la que se produce este zumbido puede ser una presión de aceite insuficiente, aceite contaminado o degradado o un lubricante que no ofrece la protección necesaria para las altas cargas.
Si un día notas que tu motor suena diferente, no lo ignores y realiza las siguientes comprobaciones:
Si los ruidos persisten después de verificar el nivel y la calidad del aceite, o si son muy pronunciados, es crucial que lleves tu vehículo a un taller de confianza. Un mecánico podrá medir la presión de aceite, inspeccionar el sistema de lubricación y determinar si hay piezas dañadas. Cuanto antes se actúe, menor será el riesgo de que el problema se convierta en una reparación costosa.
En definitiva, no esperes a que tu motor grite de dolor. Escucha sus señales y actúa a tiempo para mantenerlo funcionando suave, silencioso y eficiente por muchos kilómetros más.