Aceites de motor, los problemas más comunes y sus soluciones

Líquido refrigerante motor

Los lubricantes son una parte indispensable y fundamental para el buen funcionamiento de un automóvil, y es importante que, en el mantenimiento del coche se tengan en cuenta para evitar posibles averías. 

Existen numerosos indicadores como el humo blanco, vapor de agua en el tubo de escape, aceite negro, aceite en el aire acondicionado… que permiten anticipar posibles averías fáciles de prevenir con el uso adecuado de los lubricantes y realizando el seguimiento adecuado indicado en el manual de mantenimiento del vehículo.

 

Problemas más comunes

Son comunes y fáciles de evitar. Lo más importante es que ante cualquier situación se deben seguir las instrucciones, recomendaciones y consejos que se encuentran en el manual de mantenimiento de coche. 

A pesar de tratar de evitar averías o fallos en el automóvil, puede darse el caso de que estas sucedan y por ello queremos hablar de los problemas más comunes.

 

Nivel de aceite bajo

El nivel de lubricante en el motor es determinante y es importante observar si es alto o bajo ya que puede ocasionar innumerables problemas si no se tiene en cuenta. Como por ejemplo: problemas en el filtro de partículas (DPF o FAP), roturas en el turbo, levas o válvulas, o que el motor gripe debido a que la temperatura ha aumentado tanto que las piezas de metal se han fusionado entre sí.

Para poder evitar dichos problemas, es necesario saber en qué nivel se encuentra el aceite del coche. Para determinar que un vehículo tiene el nivel bajo lo que hay que hacer es medir el aceite con la varilla.

Si el aceite está bajo lo que puede producir son los siguientes efectos:

Testigo de presión del aceite: cuando se ilumina el testigo del aceite del coche (se encuentra en el salpicadero con forma de lámpara). Significa que el coche necesita aceite y lo que se debe hacer es rellenarlo con el lubricante recomendado por el manual hasta el nivel adecuado. 

Olor a quemado: Si huele a aceite quemado en el interior del vehículo es imprescindible inmovilizar el coche de inmediato y apagarlo.  El motivo por el que puede producirse esta situación es porque hay una fuga y el aceite gotea en las zonas donde el motor está muy caliente. Para confirmarlo, hay que esperar a que se enfríe el motor y mirar si el nivel de aceite es bajo o no. Si ha disminuido, recomendamos no utilizar el automóvil ya que se puede producir una avería grave en el motor.

Ruidos y golpeteo: Si el nivel de aceite es bajo, lo más probable es que las piezas que forman parte del motor no estén lubricadas y que en consecuencia se produzca un roce entre ellas provocando el ruido. Ante dicha situación, hay que rellenar el aceite del coche, sin embargo recomendamos pedir asistencia técnica y agendar una cita para un cambio de aceite del motor. 

Aumento del consumo del combustible: si el nivel de lubricante es bajo, el motor no podrá funcionar con el mayor rendimiento posible porque las piezas que lo componen no estarán debidamente lubricadas, esto exigirá un mayor esfuerzo por parte de estas y por tanto un consumo mayor del combustible del coche.

Testigo de sobrecalentamiento: este testigo se enciende cuando hay un sobrecalentamiento del motor, esto se puede deber entre otros, a la falta de aceite lubricante en el motor. Cuando las piezas no están debidamente lubricadas estas rozan entre sí pudiendo provocar un sobrecalentamiento en el motor debido a la fricción que ejercen entre sí. En este caso, recomendamos inmovilizar el automóvil, revisar cuando esté frío el nivel de aceite y rellenarlo.

 

Humos del tubo de escape

Es muy importante fijarse en los colores que emite el tubo de escape, ya que algo fuera de lo normal puede suponer un síntoma de avería o futura avería. Hay varios tipos de humos, y cada uno de ellos tiene un significado diferente.

1º Humo blanco por el tubo de escape: existen dos tipos de humo blanco; el primero, un humo blanco ligero y sin olor. En este caso se trata de una situación normal, ya que al arrancar un coche la combustión que se produce además de quemar el propio combustible también se evapora el agua que proviene del aire exterior. Es decir, cuando un automóvil está apagado durante cierto tiempo, el aire exterior se introduce por el tubo de escape y al encenderlo este se evapora provocando el color blanco. Esto también varía en función de las condiciones climáticas, cuanto más frío más densidad de vapor de agua habrá. 

Si se trata de humo blanco denso y persistente, en este caso, lo más probable es que haya problemas en el circuito de refrigeración. Concretamente, que el líquido refrigerante se haya filtrado en el motor y debido a la combustión se esté quemando junto con el combustible, por lo que es necesario que se revise el nivel de líquido refrigerante del coche.

2º Humo azulado con olor, en este caso es importante la densidad del humo. Puede haber diferentes gamas entre el blanco y el azul, sin embargo el resultado es el mismo, que el aceite se ha filtrado en la cámara de combustión del coche y se está quemando junto con el carburante.  Es indiferente si el motor del coche es diésel o gasolina.

Esto puede producirse por muchas causas, entre ellas: problemas en los pistones del coche, en las guías del tren de las válvulas o del turbo. El humo azul puede producirse al arrancar el automóvil, acelerar o frenar, en cualquiera de los casos lo más recomendable es pedir una revisión ya que en caso de ignorarlo puede desencadenar una serie de daños y averías como en el catalizador o filtro de partículas. 

3º Humo negro, más común en los coches antiguos que no tienen filtros de partículas. Suele producirse en las aceleraciones bruscas aunque también puede producirse de forma estable. La causa es el exceso de carburante, es decir, se está quemando más combustible del que debería y lo que sale del tubo de escape son partículas de hollín. 

En cualquiera de los dos casos, no es recomendable utilizar el coche, hay que llevarlo al taller para que lo revisen, en caso de no hacerlo se pueden producir problemas mucho más severos.

 

Prevención y mantenimiento

Los motivos de averías pueden ser por el simple desgaste del automóvil o por un mal uso del mismo, sin embargo, el único método para prevenir cualquiera de las averías o síntomas que hemos mencionado es:

  • Uso de lubricantes de gran calidad
  • Someter al automóvil a las revisiones pertinentes 
  • Seguir el manual de mantenimiento del automóvil
  • Observar cada uno de los testigos o indicadores del coche

Pero sobre todo, en caso de experimentar cualquier anomalía, inmovilizar el coche o moto y pedir asistencia.