Peligros de utilizar el aceite lubricante de motor incorrecto

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El aceite lubricante es uno de los componentes fundamentales para el correcto funcionamiento del motor del vehículo, por lo que es esencial comprender la diversidad de aceites disponibles y los riesgos asociados con una elección equivocada. 

No existe un aceite universal. Los lubricantes se formulan con bases lubricantes y aditivos específicos dependiendo del segmento (moto, vehículo ligero, vehículo pesado, industria, etc.), de la aplicación (motor, transmisiones, etc.) que se le va a dar y de las características y necesidades específicas de determinados modelos y fabricantes de vehículos. Por ello, nuestra primera recomendación es la más importante de todas: consultar el manual de tu vehículo o nuestro buscador por vehículo para saber cuál es el aceite más adecuado para tu motor.  

Utilizar el aceite incorrecto puede dañar el motor, por ejemplo, por desgaste de los componentes, por formación de lodos en el cárter o barniz en el pistón. Pero no solo tiene consecuencias en el motor, otros componentes del vehículo también pueden verse dañados por el uso de un aceite incorrecto: atasco en el filtro de partículas, envenenamiento del catalizador, fallo en el EGR, etc. Si te has equivocado en el aceite, te recomendamos cambiar al aceite correcto lo antes posible. 

La incompatibilidad entre dos lubricantes puede provocar una reacción fisicoquímica entre los aceites base (pudiéndose formar dos fases o degradándose completamente) y/o una reacción química entre sus aditivos (pudiéndose generar depósitos). En los dos casos, el lubricante se degrada. Esto puede generar un desgaste acelerado, llevando incluso a la rotura del equipo. No se debe añadir un aditivo extra al motor, ya que los lubricantes están formulados a partir de ensayos y validaciones en motor. Un aditivo extra podría desestabilizar el balance y degradar las propiedades.  

Siempre que los lubricantes empleados sean de la misma calidad y grado SAE, no hay problema en cambiar la marca de aceite sin que afecte al motor. Nuestra recomendación es vaciar el cárter de aceite y rellenar con el lubricante nuevo.   

Existen lubricantes preparados únicamente para motores de gasolina (Otto) o diésel, como ocurre con la normativa americana API, pero también existen lubricantes válidos para los dos tipos de motores. Lo importante es utilizar un lubricante que cumpla con las especificaciones dadas por el fabricante.   

Repsol comercializa una amplia gama de lubricantes de alta calidad para cubrir todas las necesidades, tanto a nivel profesional como particular, para los distintos sectores: automoción, moto, camiones y autobuses, obra pública, náutica de recreo, industria, marinos y cogeneración.