Silvia Fernández: diseñando el futuro de los lubricantes desde Repsol TechLab

Cuando era niña, Silvia Fernández tenía claro dónde quería trabajar. “Desde que yo era pequeña vi construir este centro de tecnología y siempre quise trabajar aquí”, recuerda sobre el Repsol TechLab, donde hoy es Product Design Sr. Scientist en el área de Lubricantes. Su historia, marcada por la curiosidad científica y el interés en la sostenibilidad, es un ejemplo de cómo las mujeres están dejando su huella en sectores tradicionalmente masculinos. 

Ingeniera química especializada en medio ambiente, Silvia complementó su formación con un máster en energías renovables y un posgrado en plantas de tratamiento de agua. Aunque comenzó su carrera profesional en instrumentación y control, en 2010 se incorporó al Laboratorio de Motores de Repsol TechLab. Allí trabajó durante casi cuatro años en el desarrollo de aceites para motores de competición, una experiencia que describe como clave para entender “el funcionamiento de los lubricantes en condiciones extremas”. Desde septiembre de 2022, forma parte del equipo de Product Design. 

En su día a día, Silvia está involucrada en proyectos que buscan responder a los retos actuales de la industria. “Destacaría cuatro proyectos”, explica. “El desarrollo de aditivos renovables, el desarrollo de aceites lubricantes para motores de competición, el estudio de compatibilidad de lubricantes con los nuevos combustibles y el desarrollo de modelos de simulación para lubricantes de distintas aplicaciones”. 

Uno de los más innovadores es el proyecto europeo ZEBRA (siglas de Zero Emission Biochemical and Renewable Additives), centrado en la validación de un aditivo renovable de origen biogénico derivado de la lignina, un subproducto del proceso de producción del papel. “Este aditivo tiene propiedades antioxidantes y se está probando por parte de distintas empresas de sectores como la industria alimentaria, cosmética, cauchos y, en nuestro caso, combustibles y lubricantes”, detalla Silvia.    

Otro ámbito que ocupa gran parte de su trabajo es el desarrollo de lubricantes para motores de competición. “Probamos distintas formulaciones de modo que se mejoren las prestaciones y durabilidad de los aceites lubricantes”, comenta. Cuando se le pregunta por el futuro de los lubricantes, Silvia apunta hacia la sostenibilidad: “Destacaría la tendencia al uso de materias primas circulares y renovables, de forma que podamos reducir la huella de carbono de los productos”.  

La historia de Silvia Fernández refleja cómo la pasión por la ciencia puede convertirse en una carrera dedicada a la innovación. También refleja el papel crucial de las mujeres en la investigación, inspirando a las nuevas generaciones a imaginarse en esos laboratorios diseñando soluciones para que el mundo siga avanzando.